viernes, 2 de noviembre de 2012

HISTORIA DEL APELLIDO


HISTORIA DEL APELLIDO ABELLA


La historia es la ciencia que estudia el pasado de las sociedades humanas. La historia que voy a relatar es sobre el apellido de ABELLA. De cómo surgió en una ciudad italiana y de las personas o grupo humano que se traslado a Asturias y de donde parten todos los que hoy llevamos ese apellido.
Abella es una antiquísima e importante ciudad de Italia situada en la Campania al Nordeste de Nola citada por Virgilio por sus excelentes almendras. Es de origen etrusco, pasando después a poder de los griegos, de los oscos, de los samnitas y, finalmente, de los romanos. Vespasiano la convirtió en colonia militar. Sus ruinas, que existen aún, próximas a los manantiales de los que nace el torrente Clanio, a unos 3 kilómetros de la moderna Avella, atestiguan su pasada grandeza. En tiempo de Constantino el Grande estaba ya en decadencia. En el siglo X la saquearon y destruyeron los sarracenos. Es famosa en arqueología, por haber descubierto Remondini, entre sus ruinas (1755), una inscripción en lengua osca que, después de las tablas engubinas, es la más interesante que se conoce en aquel idioma. Dio nombre al fruto llamado en latín nuces abellinae o avellinae (avellanas). Cerca de esa antigua ciudad existe la moderna llamada Avella - Sperone también en la provincia y distrito de Avellino, a 30 kilómetros al Nordeste de Nápoles. En sus cercanías está la gruta de los sportiglioni (murciélagos) que se abre en la falda de un monte y destila un agua tan saturada de carbonato de cal que forma estalactitas de la dureza y transparencia del vidrio
Según los historiadores romanos Plinio y Calepino, entre otros, el noble linaje de Abella procede de esa localidad antigua, que fue edificada por los griegos y habitada por los troyanos.
En uno de aquellos monumentos se encontró una lápida con inscripción latina que decía: “Esta tierra de Abella fue patria de San Silverio, Papa, que por no haber querido restituir a su silla al obispo Antimo, hereje, fue desterrado por orden de la emperatriz Teodora y luego muerto. La Iglesia le puso en el número de sus mártires”.
Caballeros de este ilustre linaje pasaron a España y Francia con los nombres de Abella, Abellas, Abelló y Abello. Llegaron a España con los troyanos, procedentes de la guerra de Troya, fundando dos solares o torres fuertes en el concejo de Valdés (Asturias): una, en la villa de Luarca que conservó la denominación de Abella y otra, en el lugar de Orano, llamada después Torre de Brieves, que se denominó Abelló. Todo ello lo confirma la “Crónica de Asturias” de Plinio.
En Asturias, reinando Alfonso X, en 1280, les concedió este monarca el privilegio de volver a poblar la villa de Luarca, asignándoles la mayor parte del barrio de la Pescadería, como lo aseguran las Crónicas de los Reyes Ramiro II y III y de don Bermudo II, y otros muchos instrumentos de la Iglesia de Oviedo.
También en Asturias Gómez Arias Abella, Señor de la casa y solar de los Abella, figura empadronado, según consta en el Archivo del concejo de Valdés, como vecino de Luarca en 1412; su bisnieto, el capitán Pedro Abella, casó con Catalina Fernández Abelló, uniéndose así las ramas de este apellido (Abella y Abelló de Brieves) en un mayorazgo fundado en 1577 en cabeza de Juan Fernández Abella, hijo de los anteriores, de él descendieron don Juan Abella y Fuertes, natural de Oviedo, y su hijo don Pablo Abella Fuertes y Querejazu, natural de Los Reyes (Perú), caballeros de la Orden de Santiago en 1761 y 1817.
Se extendieron por Aragón, Cataluña y América. Los Abella de Aragón y Cataluña ayudaron al Rey Don Jaime I en la conquista de Valencia, logrando gran esplendor y cuantiosos bienes de fortuna.
Uno de este linaje, Pedro Abella, encontrándose sólo cerca de Valencia, fue atacado por tres moros, pero se defendió con tal denuedo y valentía, que mató a uno y puso a los otros dos en fuga. También se distinguió por su prudencia y serenidad en la conducción de víveres a la fortaleza de Morella por los ásperos montes del Forcal.
Un hijo suyo, llamado Jaime Abella, se hizo igualmente notable por el valor y arrojo que demostró en el sitio de Játiva.
También fue famosísimo soldado Ramón Abella, que se distinguió mucho en la toma dela ciudad de Palma de Mallorca.
Un hijo suyo llamado Bernardo Abella, natural de Gerona, se distinguió igualmente en las batallas contra los moros, con particularidad en las tomas de Valencia, Denia, Javea, Calpe y otras.
Juan Abella, del mismo linaje también, fue soldado famoso en aquellos tiempos.
Por los años 1300 y siguientes florecieron en Aragón y Cataluña los hermanos D. Bernardo, Fray Ferrer y D. Berenguel Abella. D. Berenguel fue nombrado Cardenal en 1309, con el nombre de Cardenal de Rodas, y habiendo venido a España por legado apostólico, se halló en Barcelona el referido año a tiempo de asistir con su hermano ray Ferrer Abella, Obispo electo de Barcelona, a la traslación del cuerpo de Santa Eulalia, que se verificó el 10 de Abril, con asistencia de Pedro IV y de la nobleza de su reino.
Don Bernardo Abella, el otro hermano de estos dos prelados, fue General de las armas del citado Rey D, Pedro IV de Aragón.
Durante el reinado de Don Enrique II decayó mucho la antigua grandeza y los bienes de los poseedores de este solar, ya que fueron confiscados todos sus bienes por haber seguido esta familia el partido del  hermano de aquel el legítimo Rey Don Pedro.
Uno de los linajes que se estableció en Aragón será el que retomare para seguir ya nuestros antepasados directos.
 Los Abella de América descienden de los de Asturias. Actualmente está muy extendido en América y hasta en Estados Unidos hay un escritor de novelas de terror muy famoso llamado Alex Abella, que parece proceder de emigrantes cubanos y reside en Miami.

lunes, 23 de abril de 2012

FOTOS DE LA PANDILLA DE ZARAUZ

Para completar el blog de Inmaculada Abella Gaitero os pongo unas fotos de la pandilla que formabamos en Zarauz.
Jorge Castro, Borja, Alejandro su servidor, Joselu y Ricardo
Jorge, Inmaculada, Borja Y Leticia (hermana de Joselu)
La pandilla en bici, luego nos copiaron en verano azul


Pablo


Otra de bicis con Iñigo, Ricardo, María, Joselu, Clara, Borja, Pilar,
Jorge y yo entre otros

Clara y Pablo con el 600 al fondo

En la larga y empinada escalera de Villa Elvira

Yo posando

Jorge con los brazos en jarra

Joselu, Jorge, Borja, Ignacio Aldecoa.,yo, María Castro,
Inmaculada y Ricardo.

Jugando en el campo en una tarde de Zarauz

Pilar y Joselu

Jorge Castro Abella

viernes, 30 de marzo de 2012

INMACULADA ABELLA GAITERO Y ZARAUZ


 INMACULADA ABELLA GAITERO ME MANDA SU EXPERIENCIA DE ZARAUZ CON FOTOS Y 
LA COMPARTO CON TODOS: 
Quiero participar en este blog contando alguno de mis recuerdos de Zarauz.
Mis padres, José Fermín y Lola, se conocieron en Zarauz. Mi padre, acompañado por la tía Ina ,iba a echar una carta al buzón, allí se encontraron con mi madre y la tía Ina les presentó.
Mis primeros pasos los di en una fiesta vasca, a la que nos quedábamos todos los años cuando era pequeña.
                  
Mª Dolores e Inmaculada  
  José Mari Menarguez, Manolo Menarguez ,los Híjar, mi hermana y yo
                                                          
         Cuando era pequeña vivíamos al principio de la calle Mayor, enfrente del Hotel Otamendi. 
Tenía una señorita de compañía que me cuidaba, la señorita Aurora, me llevaba todas las 
tardes a jugar al malecón con una amiga de Bilbao que se llamaba Iciar.
Lola Gaitero y sus hijas M. Dolores e Inmaculada
Clara e Inmaculada en la silla
                     A los diez años, la señorita ya no estaba con nosotros y empezaron mis veranos 
“independientes” de Zarauz. Mi madre, al llevarme varios años con mi hermana, se le ocurrió
que viniera a pasar los veranos con nosotros mi prima Clara. El primer verano fue espantoso,
Clara y yo, nos llevábamos como el perro y el gato, no había día que no nos enfadáramos 
por la tarde. Todas las tardes íbamos a Euromar con otra prima mía, Begoña, y nos 
aburríamos como ostras.
Al verano siguiente yo no quería que ella viniera, Clara tampoco quería. ¿Qué hizo mi madre? Decirle a la tía Clara que viniera, también, Pilar .Parece que la cosa salió bien, Pilar era la que ponía paz entre nosotras. Seguíamos yendo a Euromar las tres y las tres nos aburríamos como ostras.
Mi madre no dejaba que nos bañáramos en
la piscina, como hacían nuestros primos, pues
al irnos tarde de la playa, siempre nos íbamos
las últimas, la digestión se hacía eterna (tres 
Clara e Inmaculada en la playa
horas) y ya era tarde para bañarnos.
Nos pasábamos todas las tardes en los 
columpios ¡Era un rollo! 
Nos daban a cada una, todos los días, de paga
 3 pesetas y después nos lo subieron a 5 pesetas,
 en los Antonianos nos comprábamos chuches.Al año siguiente decidieron que éramos mayores,
 yo tenía 12 años, y empezamos por las tardes a ir, con los primos, de  excursión al campo.
  Avendaño, el Torreón etc..Algunas veces íbamos a comer. Hacíamos tortilla de patatas fritas 
 y pedíamos a nuestras madres más huevos para poder jugar con ellos, a ver a quien se le 
caía antes , jugábamos también al beisbol . Borja llevaba el “comediscos” y oíamos música. Alejandro ya ha contado cuando íbamos al cine, también jugábamos a las cartas en Villa Elvira. 
En esa época vivíamos en la calle Mayor nº 43.  Nuestras ventanas daban al frontón y desde 
allí hablábamos, a gritos, con Borja y  sus hermanos que vivían enfrente. Un verano vino 
 también una amiga mía del  colegio, Angelita, que sale en estas fotos.







Jorge e Inmaculada en la terraza de la casa de Paco Abella en calle Mayor
  El último año hacíamos “guateques” en casa de Joselu.
   Con dieciséis años, con gran enfado por mi  
  parte, mis padres decidieron dejar de ir a Zarauz.

       Desde que vivo en Logroño, hace ya tiempo,   todos los años voy a pasar, por lo menos, un día a Zarauz. Ha cambiado mucho, ya no es lo que era, pero cuando voy mis recuerdos siguen estando ahí. 
Siempre será el Zarauz de nuestra infancia.

María Castro, Angelita, Pilar, Inmaculada y Clara

domingo, 4 de marzo de 2012

ZARAUZ Y YO

En los charcos de Zarauz
  Me voy a permitir contar mis recuerdos, visiones, flashes y fotos que tengo de Zarauz. Son mis recuerdos y a lo mejor hay fallos en mi memoria que quiero perdonéis.






Con mi madre y Borja
Desde que nací, Zarauz era mi segunda casa. Ya de bebé, pasé mi primer verano en Zarauz. Mis primeros recuerdos son los charcos donde me bañaba de pequeñín. Al bajar la marea se quedaban unos charquitos donde nos remojábamos los bebes chapoteando y peleándonos, con barcas y colchonetas hinchables. Recuerdo ver fotos con los Castro, los Abella García, las primas Abella Maeso... A veces el agua se calentaba en los charcos no sé si porque les daba el sol o a alguien se le escapaba la micción. Nosotros teníamos una interna que se llamaba Mari Cruz y luego dos que eran Pepita y Nines. Iban de uniforme a la playa y nos cuidaban. Todavía vemos a Nines que ahora es una mas de la familia.
    
Con mis padres en la playa
      Luego según crecí recuerdo Villa Elvira donde estaban los Castro en la parte trasera con la Abuela Milagros y el abuelo Ricardo hasta 1970 que falleció. En la parte delantera los Abella Gurrea. En Villa María Teresa me acuerdo de tía Pepita, tía Maite, la nena Carmen Menárguez con su madre tía Carmen. Los Menárguez Abella vivían en Villa Mª Teresa. Si alguien habla con la nena un beso muy fuerte pues tengo un recuerdo muy bueno de ella. La quería mucho porque de niño siempre me sonreía y me daba caramelos. Allí recuerdo alguna tarde contar monedas y ponerlas en paquetes envueltos en papel de periódico, que las tías cogían del cepillo de la parroquia y las empaquetaban para llevarlas al Banco de la Iglesia.
Borja y yo en la arena.
     En la arena jugábamos a los ciclistas que aún conservo, a las palas con tío Manolo y tío Alfredo. Hacíamos incursiones a las rocas con nuestro cubo y pala, el quisquillero y a coger cangrejos, quisquillas, lapas, bígaros... Había unos bichos de color rojo oscuro pegados a la roca, gelatinosos que decíamos que no se podían tocar porque picaban. Cuando aparecían medusas en la playa eran gigantes y gelatinosas y recuerdo a alguien que le picaron y los de la cruz roja se lo llevaban con unas heridas inmensas. A mí me pico un año un pez de los que se entierran en la arena. Dolía un montón y me llevaron a Villa Elvira donde, no se si fue tía Ina o tía Lola Gurrea, me chuparon el veneno del dedo gordo y me pusieron hielo. Estuve 3 días cojeando con dolores.
Los Castro con el abuelo ricardo
en los toldos
       También recuerdo en el puerto de Zarauz las cucañas, en las que ponían un palo de madera horizontal untado de pez o algo resbaladizo. En la punta colocaban una banderita roja y quien cogía la bandera ganaba la cucaña. La mayoría de los que lo intentaban resbalaban y caían en las aguas del puerto

      Había concursos de castillos en la arena. Nosotros hacíamos castillos que recortábamos con los cuchillitos redondeados que regalaban con la Natacha. Otros hacían figuras o personajes de dibujos que rellenaban con polvillos de colores. Una o dos noches del verano había fuegos artificiales en la playa y recogíamos los palos de los cohetes que caían incandescentes. Ahh¡¡ y se me olvidaban los barquilleros con esas cestas planas llenas de unos barquillos planos y patatas fritas.

En la entrada de Villa
 Mª Teresa
Yo, Ricardo, Borja y Pablo
      Otro clásico de Zarauz eran los aperitivos en el malecón, en la Marina o en Kuliska. Que buenos los pinchos que conseguíamos de mis abuelos maternos o de algún tío que estaba por allí. Por las tardes también en el malecón recuerdo ver a tío Javier Abella Vera con su gorrilla, su bastón, sus gafas y acompañado de la tía Carmen. Los padres de Mariasún Langa, él con su boina negra; mis tíos y abuelos Alava que nos visitaban; a veces nos daban los azucarillos alargados que les daban con el café y un vasito de agua. Pablo Hernández Poblet (sobrino de la abuela Milagros), casado con Isabel Zuazo tenía un barco con el que se acercaba a la orilla y nos montábamos para que nos diera un paseo. El piso de la casa de la calle Mayor al lado del nuestro, lo alquilaba su madre tía Isabel Poblet con su hija Juanita. Recuerdo a los hijos de tío Pablo que les enseñaban a nadar en la piscina de Miramar.

Sentado en las rocas
        Nosotros no eramos asiduos al golf de Zarauz, pero sí los Ligués y un montón de amigos de la familia que luego fueron clientes de mi padre y ahora sigue alguno conmigo: Luis Alvarez de las Asturias Bohórquez  (gordini) era uno de ellos y ha llegado a secretario de la federación española de golf. También por la zona del golf recuerdo muchos caserones señoriales de gente conocida. Los Ligués y los Zuazo entre ellos. 

Toda mi familia en la playa de Zarauz
         Todavía está en pie uno de esos caserones de los que daban a la playa. El que está al lado del túnel que sale a la playa en la calle de los Franciscanos. Es la casa de los Alberdi, también muy amigos de mis padres.

      La rutina de Zarauz era: las mañanas en la playa, a comer a casa, siesta y por la tarde salíamos con el jersey a la cintura y bien repeinados. Mi abuela Jote nos revisaba las manos y nos las hacia lavar todos los días.
Macarena Ana e Isabela en
Villa Mª Teresa

      Mi padre alquilaba una casa en la calle mayor, 1. La casa tenía una terraza inmensa que daba al frontón, donde veía los partidos de pelota a mano con mi abuelo materno. La pared del frontón era de una casa donde alquilaba tío José Fermín y tía Lola Gaitero que iban con su hija Inmaculada y sus sobrinas Clara y Pilar. Cuando tiraron la casa de la calle Mayor, alquilamos otras casas del pueblo.

       Pasábamos mas de tres meses al año en Zarauz. Íbamos en el Seat 600 de mi padre y en el de mi abuelo Pepe Álava. Salíamos a las 5 de la madrugada, comíamos en el desfiladero de Pancorbo viendo el monumento al pastor con el perro, el niño...; pasábamos por el puerto de Echegárate donde se me taponaban los oídos y tenía otitis de 4 ó 5 días. Era un día entero de viaje. Llegábamos hacia el 20 de junio y volvíamos a Madrid hacia el 8 ó 10 de septiembre. Vaya verano. Mi padre iba a Madrid los domingos y los jueves o viernes a Zarauz, salvo los días que se cogía en agosto.
Mi abuelo Pepe en el malecón
Frontón de Zarauz
      Cuando llegaba la fiesta vasca nos poníamos el traje de vascos con la pipa y el bastón y unas rosquillas en una cinta de junco en la otra mano.

       Mi padre iba a misa todos los días a la parroquia y a veces le acompañaba y algunas misas eran bilingües en castellano y vascuence. Estaba muy bien el oír a la vez el padrenuestro en vasco y en castellano. Tenían unas hojas en los bancos y podías rezar en vasco aunque no lo supieras.

          Visitas tradicionales de todos los años eran:
Parroquia Sta Mª la
Real de Zarauz
- La excursión a Bedua donde poníamos los reteles con restos de pescado y una piedra y los metíamos en la ría, nos íbamos a tomar unas tortillas de patatas caseras buenísimas en el caserío que había y luego recogíamos las redes llenas de cangrejos de mar, que al día siguiente cocinaba la abuela Milagros y los comíamos en la playa. Ahora han hecho un restaurante más lujoso pero sigue teniendo su encanto. Recuerdo una anécdota de cuando se le cayó a alguien el jersey a la ría y Fernando Castro se puso en calzoncillos de los de la época y se tiró a las aguas fangosas a rescatar el jersey.
Paco y Ana en el Parque de
atracciones de Monte Igueldo
También recuerdo que algunas tardes después de llover recogíamos caracoles en el jardín trasero de Villa Elvira, pero esos yo no los comía porque me daba algo de asco verlos vivos y en la cazuela soltando las babas.
- Íbamos a Orio a tomarnos unos besugos y una carne hechos en la brasa que estaban de miedo.
- No podía faltar todos los años la visita al parque de atracciones de Monte Igueldo en San Sebastián. Quien no se acuerda de esos niños vascos que nos llevaban en unos minicarritos tirados por unos ponies. Y esas barquitas que eran como una montaña rusa en el agua y daba la vuelta a todo el parque. Y el tren de la bruja que al final te daban con una escoba.
- Algún año íbamos al santuario de Ínigo de Loyola en Azpeitia. Cenábamos con mi padre en un restaurante enfrente en el primer piso, y de postre ese suflé con licor por encima que traían en llamas.

Tío Jose Fermín y Tía Lola
        Tampoco me olvido de los gigantes y cabezudos que a mí me daban algo de miedo ,porque los cabezudos te arreaban con globos de vejiga de vaca. Salían de la plaza del Ayuntamiento, en la parte trasera del mercado que daba a la plaza mayor y después de un recorrido pasando por delante de nuestra casa se recogían en el mercado. 





Alejandro, Pilar, Ricardo,Javier Aldecoa, Borja, Jorge,
Inmaculada, Joselu, Pablo y Clara.
     Algo más mayores empezamos a hacer una pandilla que formábamos: Jorge e Iñigo Castro, Clara y Pilar Abella Almagro, Inmaculada Abella Gaitero, Borja (mi hermano) y yo. En años posteriores se unieron María Castro y mi hermano Ricardo. También unos amigos Joselu y Javier Aldecoa. Por las tardes íbamos de excursión al Torreón de Vistaalegre o a un lugar donde había manzanos.En este último sitio teníamos un árbol al que nos subíamos y cada rama era de una pareja. Las parejas que recuerdo eran Jorge con Inmaculada, Borja con Clara, yo con Pilar. Yo era el mas pequeño al principio, tendría 10 u 11 años y mi primer amor a esa edad era Pilar Abella Almagro que tendría 13. Eramos unos enanos pero yo estaba pillado por ella. En la foto de la playa es la del bañador rojo, un bellezón, pero en la niñez los mejores amigos eran los primos porque los teníamos a cientos.
Clara, Inmaculada y Pilar

Recuerdo que en el campo hacíamos tortillas de patatas con patatas de bolsa, chocolatadas, una tarta de galletas mojada en leche recubiertas de chocolate. Llevábamos todos los aperos y la cocinábamos en el monte. Alguna vez nos colábamos a coger alguna manzana verde en zonas privadas y teníamos que salir corriendo porque aparecía el dueño. También recuerdo ver a unos gitanos en el campo que tenían unos carromatos donde vivían y dentro unos televisores y equipos de música impresionantes.
Torreón de Vistaalegre

      También íbamos al cine a ver pelis antiguas o sesiones dobles. Había tres cines. El cine Modelo que es Art decó, con la fachada curvada y ponían pelis de mayores, el Cine de la Estación y el de los Franciscanos que estaba en la esquina enfrente de la casa que alquilábamos en la calle mayor.

       Algunos días había baile en la plaza donde está el kiosko de la música y hacíamos un latigo dándonos la mano y molestando a las parejas que bailaban. 
Cine Modelo

         Había y todavía existe una tienda en la calle mayor de ropa que se llamaba"Roteta" y nosotros era ver el título y nos tronchábamos. Y siempre teníamos una frase que era "Si a Roteta le quitas el ro ¿que queda?..."  Cosas de niños.


Esquina de los Francicanos
          En 1975 cuando tenía 13 años y llegó la democracia las cosas empezaron a cambiar. Un verano hubo carreras con tiroteos en la playa.  Mi padre le operaron de la válvula mitral y le recomendaron aguas mas calientes.  Ya eramos muchos en Zarauz y se decidió vender Villa Elvira y Villa Mª Teresa para construir dos torres de apartamentos. Todo ello llevó a que mi padre decidiese dejar de ir a Zarauz y empezamos a veranear en Fuengirola.


           He vuelto un par de veces a Zarauz y muchas cosas han cambiado pero todavía hay muchas que siguen igual. El encanto es diferente pero si miras al mar el paisaje de la montaña de la izquierda y el ratón de Guetaria sigue siendo lo mismo. Esa carretera a Guetaria con los dos túneles en arco hechos en la piedra.


Túnel de la carretera de Guetaria
Kiosko de la música
        En fin, si alguna vez se organiza una Abellada en Zarauz seré el primero en apuntarme.

domingo, 26 de febrero de 2012

ABELLAS EN VILLA MARIA TERESA Y VILLA ELVIRA

ESTA ENTRADA SON FOTOS DE ABELLAS
FIJAROS QUE SIEMPRE EL LUGAR ELEGIDO PARA HACER LAS FOTOS ERA EL MISMO
EN LA TERRAZA DE VILLA MARIA TERESA CON LA BALAUSTRADA DE COLUMNAS
AL FONDO EL CASTILLO DE NARROS Y A LA DERECHA LA ENTRADA A VILLA MARIA TERESA Y EL MAR

LOS ABELLA VERA DE PEQUEÑOS MANUEL ABELLA FUERTES
Agosto 1926 con Tere Abella Gurrea y Alfonso Abella garcía Eulate


Joaquín, María (1ª esposa), Pepita (Tere Ab. Gurrea), Fermín (Pilar Ab. Gurrea), M. Teresa Vera, Guillermo, Cecilia (Cecilia), Javier, Luis., Pepe y Alfonso. ABAJO Lola (Selina Ab. Gurrea), Carmen (Manolo Ab. Suarez), Carmen, Manuel Abella Fuertes, Maite, Ricardo, Milagros, Pilar (Alfonso Ab. Gia.Eulate) y Ramón. Zarauz– Agosto 1926
Foto de Abellas con los Poblet
Arriba: Pilar García Eulate Debajo: Pepe Abella Vera, Pura Poblet, Lola Beltrán, Teresa Ortueta (Vda Paco Poblet), Paco Hernandez (marido de Isabel Poblet), Alfonso Abella Vera y otros que conozco son: Isabel Poblet, Milagros Poblet, María Piquer (Vda Poblet), María Vera, Emili Hernandez, María Teresa Vera, Ricardo Abella Poblet, Ramón Abella Vera, Pepe Abella Poblet, Alfonso abella García Eulate, Pablo y Juanita Hernández Poblet. No reconozco a más.

Los Menarguez en Villa Mª Teresa: Arriba Mº Carmen y Javier Menarguez Abella.
Sentados: Javier Menarguez con Josemari Menarguez Abella y Carmen Abella Vera con Manuel Menarguez Abella

Pepe Abella Vera Pepita Abella Vera Maite Abella Vera


Pepe Castro, Mariasun Langa, Luis Abella Poblet, Anamari García, Pepe Abella Poblet, una novia de Manolo ??, Manolo Alfredo y Paco Abella Poblet- Abajo marisa Abella Poblet con Fernando Castro, Enrique Abella Ponblet Ricardo Abella Vera, Milagros Poblet, Ricardo Abella Poblet y Ana María de Álava

Paco Abella con su novia Anamari Álava, Marisa Abella Poblet con Pepe Castro, Ricardo Abella Poblet con una novieta y abajo Milagros Poblet y Enrique Abella Poblet. En la otra foto Ricardo Abella Vera con su mujer Milagros Poblet y su hija Marisa Abella Poblet.


Paco Abella y Anamari Álava, Marisa Abella Poblet y Pepe Castro, Ricardo Abella Poblet con una novieta.
EN LA OTRA FOTO: fiesta vasca. Primos vestidos de vascos. Arriba Marisa Abella Poblet con dos inglesas invitadas y Lola Abella Gurrea.
Abajo: José Luis Abella Gurrea, Manolo, Alfredo y Luis Abella Poblet, Josemari Menarguez, Ignacio Abella Gurrea y Carmen Menarguez



En estas cuatro fotos vemos las tertulias que se montaban entre los Abella en los inicios de los años 70.
Entre otros reconozco a: José Fermín Abella Suarez, Lola Gaitero, Paco Abella Poblet y AnaMª de Álava. Maite y Pepita Abella Vera, Milagros Poblet, Javier Abella Suarez y su mujer Pilita, Marisa Abella Poblet y Pepe Castro, Isabel Poblet Piquer, Lola Gurrea ...